Originalmente publicado en Nano Fotofestival
«La gente que aparece en mis fotos dice que estar con mi cámara es como estar conmigo. Es como si mi mano fuera una cámara»
«Mi obra proviene originalmente de la estética de las instantáneas… las instantáneas las tomo con amor para recordar gente, lugares y momentos especiales. Éstas crean historia al documentar la historia»
¡Felices 60, Nan! Nació un día como hoy de 1953 en Washington. Estudia en Boston con grandes como Lorca diCorcia. Fue en Boston donde empezó con su primer trabajo conocido, en la comunidad de Provincetown, un lugar de vacaciones al que iban homosexuales. No iba a ser un trabajo más. Los retratados fueron los mismos protagonistas a lo largo de más de veinte años.
En 1978 se muda al Bowery, en New York, mismo barrio donde luego Martha Rosler hizo su trabajo «The Bowery in Two Inadequate Descriptive Systems«. Allí, en los ’70s Goldin empieza a hacer sus imágenes más conocidas: droga, sexo, fiestas y amigos. La muerte de su hermana en 1965 y la separación de sus padres parecen influencias en su trabajo, para poder capturar cada instante, de ahí que sus imagenes sean siempre snapshots.
Su libro más conocido es The Ballad of Sexual Dependency (1986). Es un diario intimo visual pero no sobre todo de las personas que frecuenta: novios, familia, amantes. Un rasgo que aparece en su obra, pero que se destaca sobre todo en esta es el carácter de «slide show». Nan Goldin no solo es muy fotográfica, sino que incorpora mucho del cine, y lo dice en una entrevista publicada por Ñ.
Luego de una intoxicación por drogas, pasó al autorretrato, pero lo que subyace es una sensación de no encajar en el mundo, de verse reflejada en el espejo pero sin encontrar su lugar en el mundo.
Su trabajo está cargado de color, de intensidad, tal cual como es la vida y en especial su vida. Recuerdo que Alberto Goldenstein en una clase me dijo algo así como : «No podes traer lo que estás viendo, por eso estás fotografiando. Entonces, tráemelo en una imagen con la cual me pueda sentir allí. Nan Goldin si lo hace. Uno se siente dentro y parte de la imagen, en esos departamentos sucios, en esos bares, en esas fiestas y camas.
Cada imagen es una pieza de su vida, no son imágenes al azar, ni puras snapshots, sino que cuentan su historia. Como escribí antes, creo que la separación de sus padres y el suicidio de su hermana la influyeron, pero como si eso fuera poco, la fotografía, el eternizar un momento, cobró aun un lugar más importante cuando sus amigos se enfermaban de Sida, pero para ella seguían vivos, o mejor dicho, los traía a la vida mediante la fotografía.
Sus imágenes son puras, no esconden nada. Según ella, cualquiera puede hacer fotografía y creo que es lo que nos intenta mostrar, entre otras cosas, en sus imagenes. Nan Goldin no actuaba como panóptico o como un Big Brother, porque los sujetos fotografiados, sus amigos, actuaban al natural, sin importar la presencia de la cámara.
Su carácter voyeurista y / o narcisista pareciera tener mucho que ver en la era de la fotografía digital, de la que Nan Goldin no solo no participa, sino que no ve con muy buenos ojos. Hoy en día se fotografía todo, a todos y en todo momento. Algo así hacía Nan Goldin, pero … les dejo que completen la frase.
- The Hug, New York City(1980)
- Maternal embrace, Valerie and Mel (2002)
- Klara and Edda Belly Dancing (2007)
- Valerie and Bruno in bed with blue blanket (2001)
- Self-portrait in hotel Baur au Lac, Zurich (1998)
- Cookie with Max on the hammock, Provincetown, Mass., 1977